Agricultura regenerativa: una solución sostenible

La agricultura regenerativa es una práctica cada vez más popular, que no solo busca minimizar el impacto ambiental de la producción agrícola, sino también revertir el daño causado al suelo. De esta forma se consigue restaurar su biodiversidad y su capacidad productiva. Este tipo de agricultura está ganando aceptación en todo el mundo como otra herramienta para combatir el cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria y revitalizar la economía local.

¿Qué es la agricultura regenerativa?

La agricultura regenerativa se basa en una serie de prácticas agrícolas y de pastoreo que, en lugar de degradar el suelo, promueven su regeneración. Estas técnicas incluyen el uso de cultivos de cobertura, la rotación de cultivos, el pastoreo planificado y la reducción del arado profundo. Además, se enfocan en restaurar la biodiversidad del suelo, mejorar el ciclo del agua y aumentar la capacidad de absorción de carbono. Todo esto no solo mantiene la productividad agrícola, sino que también revierte el deterioro de los ecosistemas naturales y el agotamiento de los recursos, como el agua y los nutrientes del suelo​.

Principios y prácticas

Entre las principales prácticas de la agricultura regenerativa se incluyen:

1. Rotación de cultivos: Cambiar los cultivos entre estaciones para evitar el agotamiento de los nutrientes del suelo. Algunos cultivos incluso mejoran la fertilidad del suelo al fijar nitrógeno.
2. Cobertura vegetal: Nunca dejar el suelo desnudo, lo que ayuda a prevenir la erosión y mantener la humedad del suelo.
3. Pastoreo regenerativo: El manejo estratégico del ganado para mejorar la salud del suelo mediante el aumento de la materia orgánica.
4. Minimización del uso de agroquímicos: Se reduce el uso de productos químicos para proteger la biodiversidad y la salud del suelo​.

Una característica de la agricultura regenerativa es que no solo se enfoca en la producción, sino también en restaurar los ecosistemas. A diferencia de la agricultura convencional, que tiende a depender del monocultivo y los agroquímicos, la agricultura regenerativa apuesta por sistemas diversos y saludables, que promueven tanto la sostenibilidad ecológica como la productividad agrícola.

Beneficios

Uno de los principales argumentos a favor de la agricultura regenerativa es su capacidad para combatir el cambio climático. Al regenerar el suelo, se aumenta la capacidad de almacenamiento de carbono, lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según Regeneration International, un suelo saludable puede actuar como un sumidero de carbono, ayudando a revertir el cambio climático al capturar CO2 de la atmósfera​.

Además, la agricultura regenerativa puede ayudar a mitigar otros problemas ambientales. Por ejemplo, al aumentar la biodiversidad del suelo, mejora la resiliencia de los cultivos ante condiciones climáticas extremas, como sequías o inundaciones. También reduce la necesidad de irrigación intensiva, ya que los suelos regenerados retienen mejor el agua​.

Impacto social y económico

La agricultura regenerativa no solo tiene beneficios ecológicos, sino también importantes beneficios sociales y económicas. Muchos defensores de esta práctica destacan que apoya a las comunidades rurales al revitalizar las economías locales. Esto se logra mediante el fomento de la autosuficiencia, el fortalecimiento de las pequeñas explotaciones agrícolas y la creación de empleos en el ámbito rural​.

En términos de justicia social, la agricultura regenerativa está muy vinculada a la preservación de los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas. Estas prácticas, que han sido utilizadas durante siglos, se centran en un profundo respeto por la tierra y los ecosistemas locales. Las pequeñas explotaciones familiares, que engloban la mayoría de las explotaciones agrícolas en el mundo, juegan un papel fundamental en la producción de alimentos a nivel mundial, y la agricultura regenerativa les ofrece una forma sostenible de aumentar su productividad sin dañar su entorno​.

Retos

Aunque los beneficios de la agricultura regenerativa son evidentes, también enfrenta desafíos. La transición de los métodos agrícolas convencionales a las prácticas regenerativas requiere una inversión de tiempo y recursos. Los agricultores deben adquirir nuevos conocimientos y adaptarse para realizar estas técnicas, lo que puede representar un obstáculo si se dispone de recursos limitados. Sin embargo, muchas organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, están ofreciendo programas de financiamiento y capacitación para apoyar esta transición​.

A pesar de estos desafíos, la agricultura regenerativa es una gran oportunidad para el futuro de la agricultura global. No solo es una forma de asegurar la sostenibilidad a largo plazo de nuestros sistemas alimentarios, sino que también tiene el potencial de restaurar la salud del planeta y reducir algunos de los problemas más urgentes del cambio climático. En este sentido, la agricultura regenerativa no es solo una práctica agrícola, sino un movimiento hacia un futuro más justo y sostenible.